02 de febrero de 2025
02 de febrero de 2025
En este artículo hablaremos de las infecciones respiratorias y su tratamiento.
En primer lugar, deberemos entender cómo se genera una infección en el sistema respiratorio y cómo es el proceso de la enfermedad.
Las infecciones respiratorias necesitan dos condiciones principales para que se reproduzcan.
La primera es un agente causal, una etiología: bacterias, virus y hongos. La segunda, una disminución de la actividad del sistema inmune.
Estas dos condiciones deben ir unidas. Si una bacteria o un virus se aloja en los pulmones o en la nariz, no se activará y producirá una patología si no hay una baja actividad en el sistema inmune; además de necesitar una alta carga viral para poder contagiar a otro sujeto.
Existen infinidad de virus, bacterias y hongos que pueden generar una infección. Dependiendo de las características de cada paciente, pueden afectar más a unos que otros.
Por ejemplo: en bebés y niños menores de 2 años suele ser más frecuente el Virus Sincitial Respiratorio (VSR) que causa bronquiolitis en menores de 1 año.
Otro caso frecuente, es la bacteria Neumococo en niños menores de 2 años que causa neumonía, entre otras.
Existen también las infecciones respiratorias nosocomiales, que se originan dentro de los hospitales. Hay otras que afectan a los adultos y que suelen ser bacterias como el Neumococo y los virus de la familia de la Gripe como los Coronavirus, que pueden causar neumonías también en personas de avanzada edad.
Las probabilidades de contraer infecciones respiratorias dependerán, además, de factores de riesgo que puedan empeorar el cuadro de la enfermedad.
Entre los factores de riesgo en las infecciones respiratorias encontramos:
• Enfermedades pulmonares crónicas: enfisema, EPOC, bronquitis crónica, fibrosis quística, bronquiectasias
• Edad avanzada.
• Tabaquismo.
• Mala nutrición.
• Alteración de la capacidad defensiva (sistema inmune).
• Enfermedades graves de base (cáncer, enfermedades crónicas…).
• Cirugía reciente.
Es la respuesta inmediata del sistema defensivo de nuestro cuerpo. Junto a la activación celular de las paredes del sistema respiratorio, activarán un mecanismo que producirá, casi de inmediato, un aumento de la cantidad de moco. Su finalidad, es protegerlo de cualquier agresión externa (en este caso las infecciones).
También, la inflamación del tejido que se mantendrá mientras la agresión permanezca.
En el siguiente video, te explicamos con más detalle el proceso de la producción de moco.
La importancia de la fisioterapia respiratoria en el proceso de recuperación
Popularmente, el exceso de moco en las infecciones se trata con jarabes para eliminarlo. Esto no tiene mayor importancia si la persona se hidrata adecuadamente y tiene una tos efectiva que pueda eliminar esas secreciones.
Sin embargo, un fisioterapeuta dedicado al sistema respiratorio puede realizar un tratamiento que ayudará a mejorar la eliminación de las mismas sin necesidad de jarabes.
La inflamación se puede mejorar, además de con el tratamiento médico, incluyendo diferentes alimentos que sean antiinflamatorios. Entre ellos, encontramos la cúrcuma y la pimienta unidas o en cápsulas de curcumina. También debemos evitar los alimentos que aumenten la acidificación del organismo (bebidas carbonatadas, café, alcohol, carnes rojas y lácteos, en general, durante el período agudo).
La táctica de tratamiento de los fisioterapeutas radica en ayudar a eliminar las mucosidades del sistema respiratorio. Esto se realiza con diferentes técnicas y métodos que ayuden al paciente. Se realizan ejercicios respiratorios que mejoran la capacidad pulmonar. De esta manera, aumenta el espacio que poseen los pulmones para acceder a mayor cantidad de aire.
Nuestra experiencia, en este ámbito, ha ayudado a cientos de pacientes a evitar complicaciones y a recuperarse de manera rápida y con menor necesidad de medicación.
Todo este proceso, te lo explicamos en el siguiente video. Recuerda que en Corps à l’aise, cuidamos tu salud.