Cuando pensamos en los zapatos de tacón enseguida los relacionamos con la femineidad. Este complemento adorado por muchas mujeres, estiliza tanto los pies como la silueta, aportan elegancia, ya sea de día o de noche, y hay zapatos y tacones para todos los gustos.
En muchas ocasiones, este toque de glamour supone para muchas mujeres aguantar molestias tanto en los pies, como en otras articulaciones y la espalda.
Por eso, presentamos algunos consejos para contrarrestar la sensación de malestar que puedan ocasionar y que, de esta manera, las mujeres no tengan que prescindir del rey de los complementos.
Recomendaciones para el uso de tacones
- Los zapatos con una base ancha (estilo “peep toe”) permiten una menor sobrecarga en la zona de apoyo del peso y producen menos molestias, aunque la estabilidad también es menor.
- Intentar evitar durante muchas horas el uso de tacones mayores de 2,5 a 3 cm de altura. Mientras más altos sean el tiempo de uso debería ser menor.
- El uso de almohadillas de silicona es recomendable siempre, permite una mayor amortiguación en la pisada.
- Después de usar tacones, se aconseja darse baños de contraste (10 minutos de agua fría + 10 minutos de agua caliente alternándolos durante media hora, aproximadamente).
- Utilizar posteriormente hidratantes naturales de la piel (recomendado el aceite de Argán o de Almendras dulces).
- En el caso, de querer llevar los tacones durante mucho tiempo, es aconsejable llevar un calzado cómodo de repuesto (como unas bailarinas) en el bolso por si acaso.


La postura y los tacones
Los tacones conllevan cambios en la postura “natural” de la columna vertebral y el aumento mantenido de esta postura puede acarrear dolores localizados, generalmente, en la zona lumbar, dorsal y cervical.
Los ejercicios corporales son importantes para disminuir las posibles molestias causadas por los cambios posturales.
Ejercicios recomendados después de usar zapatos de tacón
- Hacer abdominales cortos para fortalecer la zona lumbar y compensar la mala postura vertebral. (Con las piernas flexionadas a 45 grados y los brazos detrás de la nuca o cruzados sobre el pecho, y levantar del suelo solamente la parte superior de la espalda.)
- Estiramiento de los gemelos para reducir los efectos del acortamiento muscular y del Tendón de Aquiles.
- Salir a correr periódicamente o hacer algún deporte como la natación para mejorar el equilibrio muscular.
- Visitar a un fisioterapeuta colegiado, el cual podrá evaluar su caso y dar las recomendaciones más adecuadas para usted.
- Realizar técnicas de relajación para relajar la espalda.
- En el caso que las molestias persistan, también se puede consultar a un podólogo para hacer una evaluación exhaustiva de los pies y conocer sus condiciones.

Licenciado en Kinesiología y Fisiatría.
Diplomado en Fisioterapia.
Experto en Posturología Clínica.
CORPS À L’AISE – CENTRO DE REHABILITACIÓN
C/ Pintor Lorenzo Casanova 19, Bajo. 03003 – Alicante – 966231695